Ya la Asamblea de
Representantes (parece que se represntan a sí mismos, porque a los ciudadanos NO) hizo un cordial llamado al Jefe de Gobierno... y el
Jefazo hizo caso omiso.
Ahora es la Comisión de los Derechos Humanos la que hace el llamado, a lo que Ebrard dijo tomar nota, pero nada más, porque insiste en que las obras de la Supervía no las detendrá ni Dios padre.
¿Será que la Comisión de los Derechos hace el llamado porque las obras del puente de Luis Cabrera les están tapando la entrada? ¿Será que los de esta Comisión siempre salen barridos y regados porque nadie les hace caso? Francamente son muchos los recursos que se asignan a este tipo de instituciones para que sirvan de muy poco.
Marcelo Ebrard dice que las obras no se pueden detener porque el hecho de que afecten "a unos pocos" (a los ciudadanos de la colonia La Malinche) perjudicaría a muchos. La verdad es que la metada Supervía Poniente no afectaría "a unos pocos", a menos que más de 20 millones de habitantes le parezcan pocos al Jefe de Gobiernos (si lo ve como número de votos para sus asipraciones presidenciales son un chorro y le podrían significar la victoria) porque la verdad de las cosas es que el que sean sólo los colonos de La Malinche los que estén con un plantón de protesta ante esta
magna obra, no significa que el problema sea sólo de ellos. Las consecuencias desastrozas que puede traer esta Supervía afectarán a TODA LA CIUDAD DE MEXICO. La apuesta del gobierno del D.F. ha sido generar la idea de que se trata de un asunto en el que "unos cuántos" son los que están inconformes y los que se oponen al desarrollo y a la modernización, cuando esta obra afectará a toda la ciudad, no importa que se viva del otro extremo, en una barriada o en una zona residencial, en Iztapalaoa o en Bosques de Las Lomas (donde convive la gente bien, con la gente mal). El difundir en todos los medios de comunicación la idea de que "son unos cuántos", sumada a la indiferencia y poca solidaridad que nos caracteriza a los chilangos, ha hecho crecer las posibilidades de que este desastre ecológico se lleve a cabo.
Esa es la verdad: la Supervía no es un problema que afecta sólo a la colonia La Malinche, es un proyecto que, de llevarse a cabo, afectará a TODA la zona Metropolitana de la Ciudad de México y es por eso de vital importancia que, sin importar en que zoma o colonia se viva, los ciudadanos de esta ciudad exijamos que se detenga hasta que quede claro que consecuencias puede traer al ecosistema de esta atormentada metrópoli.