miércoles, 29 de septiembre de 2010

¿LA SUPERVIA ES UN CAMINO AL INFIERNO?

Dicen que De buenas intenciones, está lleno el camino al infierno y yo preguntaría ¿y si las intenciones NO son tan buenas, significa un atajo? Con esto me refiero a las supuestas intenciones que manifiesta siempre Ebrard en relación a hacer de la Ciudad de México una especie de ciudad primermundista. La verdad es que una sola ciudad no puede desprenderse de las condicines imperantes en el resto del país al que pertenece, y peor aún si ese país tiene la nada honrosa estadística de más de 50 millones de personas en pobreza extrema. Y es que por ahí habría que empezar, por aclararle al petulante jefe de gobierno que la ciudad NO le pertenece a él, aunque su tono e intención en cuanta declaración que hace a los medios, lleva esa carga de apropiación, como si fuera él mismo quien diseñara y ejecutara cuanto programa se lleva a cabo, pretendiendo que nadie sabe que cuenta con un ejército de colaboradores y asesores... aunque no se distingan precisamente por su eficiencia.
Parece que Ebrard siempre se quiere pasar de listo o supone que todos somos unos idiotas, pues se le llena la boca cuando habla de lo bien que funciona su prograna de bicicletización de la capirucha, aplicado a la snob colonia Condesa. El siempre apretujado jefe de gobierno presume que elprograma ha sido todo un éxito porque las carísimas bicis no has sufrido vandalismo y siguen estando completítas. Y ha habido incluso quienes han comparado este logro con lo que se vive en la ciudad de Amsterdam. El problema, monsieur Ebrard es que la Condesa NO es la Ciudad de México, ¿por qué no trata de aplicar ese tipo de programas en Iztapalapa, la colonia Buenos Aires o por algún rumbo de la ciudad menos fresa que la colonia donde su mujercita sale a pasear sus perritos rodeada de guaruras?
Entiéndalo Marcelito NO VIVIMOS EN EL PRIMER MUNDO y usted está necio en construir Supervías cuando en el primer mundo lo que están haciendo es acabar con ellas. Las condiciones en las que se encuentran las calles de la Ciudad de México en la temporada de lluvias son una verdadera verguenza y un auténtico peligro ¿no debería de empezar por ahí? ¿o es que para sus aspiraciones presidenciales, esto no se puede traducir en un beneficio económico para el financiamiento de su campaña?

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