domingo, 21 de noviembre de 2010

UNA CUMBRE QUE FUE UN FIASCO

Los efectos del cambio climático los estamos padeciendo TODOS los seres humanos y no sólo los encumbrados personajes que se reunen, al parecer, más para pasear que para dar soluciones. Como era de esperarse, la dichosa Cumbre Climática que se organizó en México ha sido un fiasco, pues la discusión se centró en lo que ocurrirá en el 2030, como si lo que está ocurriendo en la actualidad no fuera lo suficientemente preocupante.
Otro de los aspectos que se veían venir al respecto, pensando en que vivimos en un país en donde la libertad de expresión es sólo en la medida que esa libertad no moleste o incomode a los políticos, marcelo ebrard y sus huestes se encargaron de que sus invitados de lujo no se enteraran de sus negras intenciones de construir una Supervía en el  poniente del Distrito Federal y su hueco discurso ecologista ha sido recompensado al ser nombrado representante para el próximo jolgorio que se organizará al respecto.
La verdad es que no se esperaba mucho al respecto de esta cumbre, pero los resultados han sido más que decepcionantes, como todo lo que toca la política. Los discursos van y vienen y de medidas reales para solucionar o controlar el problema... nada. Toda la reunión estuvo perfectamente controlada para que ebrard quedara como un paladín de la sustentabilidad, cuando la realidad es que su proyecto de la Supervía pretende acabar con más de 60 mil árboles. Todo estuvo tan controlado, que ha imagen y semejanza de los controles calderonianos, los manifestantes en contra de la Supervía, lo más cerca que estuvieron de los alcaldes visitantes fue a dos cuadras de distancia, lo que significa que los únicos que se enteraron de la protesta fueron los granaderos y policías encargados de que ningún revoltoso le hiciera pasar un mal rato al petulante Jefe de Gobierno.
Con todo esto estamos mal y de malas, pues más importante que se enteren de las protestas los alcaldes que gobiernan otras ciudades y a los que poco les interesa lo que suceda o deje de suceder a los chilangos, es el hecho de que los capitalinos de cualquier zona de la ciudad debemos de comprender que un proyecto como la Supervía Poniente nos afectará A TODOS y no para el año 2030. Generará verdaderos problemas y desastres de inmediato, afectando nuestra ya de por si precaria calidad de vida.

lunes, 15 de noviembre de 2010

¿EL TEMA DE LA SUPERVIA SE ABORDARA EN LA CUMBRE CLIMATICA?

Marcelo Ebrard es como decían las abuelitas: candil de la calle y oscuridad de su casa. Si no lo creen, espérense a que se dejen venir los más de 60 alcaldes invitados a la Cumbre Climática que se celebrará en México. Después de todas las promesas incumplidas de sustentabilidad que hizo durante su campaña, de la falta de acciones al respecto y su obsesión por construir la Supervía Poniente, realmente poco (o nada) tendría que hacer en un evento de esta naturaleza.
Pero quizá el verdadero problema es que  hemos dejado éste, que es un problema verdaderamente grave, en manos de los políticos. Los alcaldes que vendrán a la dichosa Cumbre ¿se informarán de las condiciones reales y las acciones que se toman en la Ciudad de México para atender el problema? o diplomáticamente se conformarán con escuchar las versiones oficiales que expongan Ebrard y sus secuaces, perdón su Secretaría de Medio Ambiente y el resto de los involucrados en este tema.
Mientras todos estos se la pachanguean haciendo Cumbres, el problema se agudiza. De hecho algunos sectores ecologistas opinan que la denominación debería de modificarse y ser llamada CRISIS CLIMÁTICA o PROBLEMA CLIMATICO, pues estos términos definen con mayor exactitud la gravedad del problema. En ese sentido tienen toda la razón, pues no han sido pocas las veces que he escuchado a la gente atribuir las condiciones del clima a caprichos atmosféricos, como si el término Cambio Climático estuviera referido solamente a predicciones del estado del tiempo que dan en los noticieros matutinos.
La gravedad del problema tendría que ir más allá de la política y la diplomacia. Sería bueno que las dimensiones de la situación abrieran la puerta de la conciencia y con ellla del derecho a exigir acciones reales y no sólo palabrería. Ya no se trata de hacer como que se hace algo al respecto. Habría que preguntar a los más de 60 distinguidos invitados si conocen la intención del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México de construir la Supervía Poniente y los daños que ésta provocará, primero al D.F. y tarde o temprano al mundo entero. Esto no es ni exageración ni algo descabellado, pues la CRISIS CLIMATICA ya está aquí, no se trata de impedir que llegue, sino que se agudice.
Si a los participantes de la Cumbre realmente les interesa conocer la verdad, tendrían que exigir conocer las realidades no sólo de lo que ocurre en México, sino en todas y cada una de las ciudades participantes, para llegar a acuerdos y encontrar soluciones realesal problema.

domingo, 14 de noviembre de 2010

¿MARCELO EBRARD ES EL JEFE DE JEFES?

Una solicitud de explicación pormenorizada por parte de los Legisladores no debe ser cualquier cosa... o por lo menos eso pensaría uno y se supondría que un punto de acuerdo del pleno es un poco más importante que una petición de cuates. El hecho es que Marcelo Ebrard ha hecho caso omiso del requerimiento que se le hizo para que explique el envío de la fuerza pública a Luis Cabrera y La Malinche a principios de noviembre y mucho menos ha instalado la mesa de diálogo que le sugirieron organizara para escuchar y atender  las demandas y cuestionamientos de quienes se oponen a la construcción de la Supervía Poniente. Como no conocemos las razones reales por las cuales Ebrard no ha acatado estos dos puntos, nos permitimos reproducir una conversación imaginaria que explique su actitud. 
El diálogo ficticio tiene lugar en sus lujosas oficinas del Palacio del Ayuntamiento, en ese Centro Histórico que tanto ha hermoseado, para sentir que vive y trabaja en París y se da entre Ebrard y uno de sus múltiples achichincles.


EL ACHICHINCLE: Muy buenos días patrón ¿Cómo amaneció? Permítame decirle que hoy se ve guapérrino! Súper cuero! Wow!


EBRARD: Lo sé, lo sé. Pero no seas barbero y dime que tenemos pendiente.


ACHICHINCLE: Un chorro de cosas rete importantes, como siempre. Ah, pero han estado llame y   llame los de la Asamblea del D.F. ¿Que qué razón les da de las cositas que le pidieron?


EBRARD: ¿A mí me las pidieron? ¿Cuándo?


ACHICHINCLE: Ay jefazo no sea mal pensado, ellos hablan de eso de la dizque explicación pormenorizada y la mesa de diálogo con los rijosos que no quieren que usted haga su preciosa Supervía. 


EBRARD: Ah cómo friegan con eso ¿Qué no saben con quién están hablando? ¿De cuándo acá un Jefe de Gobierno tiene que hacerle caso a la perrada? ¿A quién se le ocurre que YO vaya a dar explicaciones? Si vuelven a llamar mándalos por un tubo y diles que yo soy EL JEFE DE JEFES. Si quieren explicaciones que se las vayan a pedir a la más vieja de su casa y si quieren diálogo que se pongan a dialogar entre ellos... bola de huevones!


ACHICHINCLE: Si jefecito, pero es que...


EBRARD: Pero, nada! Ya dije que la Supervía se va a hacer porque yo lo digo. Cuándo van a entender que unos cuántos mugrosos no van a detener el progreso... y mis negocios!


ACHICHINCLE: Ay patrón no se ponga así porque me asusta y hasta se puede despeinar.


EBRARD: Es que me da rete harto coraje, Desde cuándo se tenían que haber empezado las obras y nomás no avanzan. Ya sabes que con lo de la Supervía tenemos que fondear lo de mi fundación para la campaña y estos cuates de la constructora no quieren aflojar hasta que vean claro.


ACHICHINCLE: Si, con esas jaladas del daño ecológico como han dado lata estos monos. Y hasta resulta que en la lucha se han unido las señoras emperifolladas de San Jerónimo y los desarrapados de La Malinche.


EBRARD: Pues para que veas cómo está el mundo de loco. Ya hasta creen que en este país hay democracia. A mi se me hace que algunas de esas señoras hasta son comunistas... y peor para ellas. Todos se joden porque hay mucha lana de por medio y no nos vamos a detener por unos arbolitos.


¿ALGUIEN PUEDE PENSAR QUE ESTA CONVERSACION ES EXAGERADA Y DEMASIADO FUERA DE LA REALIDAD? YO NO.

sábado, 13 de noviembre de 2010

EXIGIMOS UN BAÑO DE PUEBLO PARA EL JEFE DE GOBIERNO

Para un Jefe de Gobierno si que está fácil y cómodo vivir en una ciudad como la de México, primero porque NUNCA utilizará transporte público (ese es para la perrada); segundo, cuando se desplaza de un lugar a otro siempre le organizan espectaculares operativos viales para que el tránsito sea fluído por donde pasará el influyente; tercero, si le apetece darse aires de ecologista, se calza un ajustado mallón y viaja rodeado de achichincles y guararuras, no vaya a ser que algún microbusero  le eche lámina.
Si Marcelo Ebrard tuviera que desplazarse por la ciudad como un simple y terrenal capitalino, seguro no estaría tan obsesionado y necio con la construcción de una Supervía para salvarnos de un colapso vial. Para que no se diga y seamos propositivos, plantearemos una ruta para llegar de Magdalena Contreras a su oficina en el Palacio del Ayuntamiento, no sólo hablando de la problemática, sino de posibles soluciones.
1.- Debido a que Contreras es una Delegación con un pintoresco, pero pueblerino trazo urbano (por ser generosos y llamarle de alguna manera a sus angostas calles que ni a banqueta llegan), el carnal Marcelo tendría que caminar por lo menos 10 ó 15 minutos para llegar a alguna avenida principal para abordar un microbús.
POSIBLE SOLUCION: Si bien es cierto que está difícil ensanchar las calles, sería bueno que éstas estuvieran bien iluminadas, porque el recorrido que se hace en la mañana, se hace en la noche de regreso a casa.

2.- Una vez en la avenida principal (y con un mucho de suerte) Ebrard podría viajar cómodamente en el estribo de un atiborrado microbús, con su preciado copete volando caprichosamente con el matutino aire. Por supuesto el chofer de la unidad sería un patán con la música a todo volumen, insistiendo amablemente al pasaje que se recorra aunque ya no quepa un alfiler y haciendo paradas cada diez metros, con lo que el trayecto se hace laaaaaaarrrrrrrgggggguuuuuuiiiiiiisssssssiiiiiiimmooooo y tortuoso.
POSIBLE SOLUCION: Los choferes del transporte público parecen ser ajenos a las más elemtales reglas de conducción, si se les sansionara, cambiarían su actitud y obligándolos a respetar paradas establecidas los recorridos serían más rápidos y se agilizaría significativamente el tráfico.

3.- Una vez superada esta etapa. el aspirante presidencial (según él) llegaría al Metro Copilco o Miguel Angel de Quevedo y ahí tendría que pasar las de Caín para tratar de abordar un vagón para llegar a la estación de Hidalgo, donde tendría que transbordar. Por supuesto tendría oportunidad, durante todo el trayecto, de disfrutar la música a todo volumen o los gritos de infinidad de vagoneros que se suben en cada estación para vender toda clase de artículos y piratería.
POSIBLE SOLUCION: El Metro ha demostrado su enorme valía y efciencia en nuestra ciudad, por lo que valdría la pena aumentar las corridas, para transportar a un mayor número de personas.

Pues entre todo esto, monsieur Ebrard haría entre hora y media y dos horas sólo para llegar a su trabajo.¿No cree usted que sería bueno que los políticos se dieran auténticos baños de pueblo para que vean lo que padece la raza? Yo si!

miércoles, 10 de noviembre de 2010

LOS DESAIRES DE EBRARD

Se supone que una de las mayores habilidades de un político debe ser su poder de negociación, su capacidad para obtener, ofreciendo... o viceversa. Fue evidente que el envío de granaderos a la Magadalena Contreras en días pasados no era una invitación al diálogo, pues la fuerza pública se presentó con toletes y escudos y no con cuaderno, pluma y una taza de café. Para que haya diálogo, son necesarias (por lo menos) dos partes y en todo este asunto de la Supervía Poniente no hay mucha voluntad de diálogo y mucho menos de negociación por parte del gobierno capitalino.
Todo esto viene a cuento porque en días pasados la Asamblea Legislativa del D.F. solicitó a Marcelo Ebrard un informe pormenorizado sobre el operativo con granaderos que hubo en Luis Cabrera y La Malinche; de la misma manera, exhortó al Jefe de Gobierno para que instale una mesa de diálogo verdadero con los opositores a la construcción de la Supervía, con el fin de que el conflicto por la construcción de ésta se resuelva por la vía pacífica y no con la utilización de la fuerza pública.
¿Dónde está el informe pormenorizado? ¿Dónde está instalada la mesa de diálogo verdadero? Pues  parece que Ebrard se ha pasado el informe y la mesa de diálogo  por el arco del triunfo (mismo que seguro formará parte de la Supervía, al igual que el túnel de 7 kms que pretende construir para romper algún anhelado récord Guiness).
¿Qué sentido tiene que el pleno de la Asamblea Legislativa haga solicitudes expresas al Jefe de Gobierno, si éste no las atiende? Si los diputados no merecen la atención de Ebrard ¿qué podemos esperar los demás? Los legisladores propusieron que en esa mesa de diálogo verdadero participen los afectados por la construcción, así como urbanistas y ambientalistas que han expuesto argumentos en contra del proyecto y que han propuesto alternativas al mismo. La propuesta suena lógica y coherente, pero las autoridades capitalinas parecen no estar dispuestas a escuchar a nadie que exponga razones en contra de su proyecto, por informadas y bien fundamentadas que estas sean.
Desde el principio del conflicto por la construcción de la Supervía Poniente, Marcelo Ebrard ha manejado una posición cerrada al diálogo y nada conciliadora. Esto, sumado a la poca transparencia de la asignación y los recursos del proyecto  y multiplicado por el desaire a los diputados de la Asamblea de Legisladores del D.F. dan como resultado la necesidad de NO DAR MARCHA ATRAS Y MANTENER UNA FIRME OPOSICION AL AVANCE DE ESTE DEVASTADOR PROYECTO.

martes, 9 de noviembre de 2010

EBRARD SIGUE MONTADO EN SU MACHO (AJÚA)

Ahora resulta que de quienes estén a favor de la Supervía "será el reino de los cielos" o por lo menos se les abrirán las puertas del Palacio del Ayuntamiento. El PRI-zquierdista monsieur Ebrard, haciendo gala de sus bien aprendidos oficios como operador político de camacho solís (así con minúsculas), recibió en propia mano las firmas de tres mil quinientos ciudadanos que apoyan su proyecto.
Al respecto destacan varias cosas:
Los ciudadanos que entregaron las firmas de apoyo, hablan de  "una minoría" que está en contra de la construcción ¿cuáles serán sus cuentas para suponer que 3,500 a favor son una mayoría? ¿Ebrard le apostará a la polarización de la sociedad? Es probable, pues el se vió muy beneficiado con esta estrategia que utilizó el PAN en el 2006 y llegó a la jefatura de gobierno a pesar de que tuvo un glamoroso campamento en Paseo de la Reforma, justo en la Diana. ¿En verdad hay quienes creen que la construcción de la Supervía les beneficiará en el tiempo de recorrido a sus lugares de trabajo? Bueno, al menos 3,500 ciudadanos de los que nos gustaría pensar que tienen nombre y apellido son tan crédulos que así lo piensan.
Lo peor de todo es que el Jefe de Gobierno insiste y sigue montado en su macho (entiéndase esta frase como lo que es y no como una insinuación que hace referencia a sus preferencias sexuales) en afirmar que la Supervía será una solución a los problemas viales que vive esta ciudad. ¿Una solución tan eficiente como lo es el segundo piso? De hecho sería la mejor manera de complicar lo que ya de por si es complicado, porque la Supervía desembocaría en donde desemboca el segundo piso ¿Ya pensaron en ello los 3. 500 ciudadanos que claman por la construcción de esta inteligente solución? Por otro lado parece que Ebrard está dispuesto a crear la Secretaría de los Récords Guiness, pues ahora resulta que quiere sumar un puente de 7 kms. de largo a sus valiosísimos récords ya conseguidos, como la pista de hielo o el beso multitudinario.
La verdad es que con tan espontáneas muestras de apoyo como esas 3,500 firmas (de mapaches, sospechan algunos) el Jefe de Gobierno pretende sustentar un proyecto que siempre ha sido algo muy turbio... y ese no creo que sea el mejor camino para llegar a la presidencia.

jueves, 4 de noviembre de 2010

EXPEDIENTE 40... UN EXPEDIENTE TRAMPOSO

Tengo un amigo que tiene una extraña virtud: ver un complot en prácticamente todo acontecimiento. Antes pensábamos que era exagerado, pero como están las cosas en este país parece que se queda corto. Hago mención de mi amigo, porque el domingo pasado canal 40 transmitió un programa cuyo tema era el de la Supervía y me dió la impresión que sus dados estaban cargados a favor de las autoridades que quieren construirla.
El programa se llama Expediente 40 y es conducido por Jorge Armando Rocha, Su estructura es bastante deficiente, pues presenta lo que parecen avances de las entrevistas y el contenido, pero en realidad no son avances... son el contenido mismo,  lo que genera una extraña confusión en el televidente pues conforme avanza la emisión, no sabe si está siendo víctima de un dejavu o la idea que le fue planteada era sólo el principio y se abordará más a profindidad el tema. Ni lo uno ni lo otro, simplemente se cometen errores que hacen parecer que más que un trabajo de profesionales, estamos presenciando un trabajo de estudiantes de la carrera de comunicación o de periodismo.
¿Esras carencias forman parte del complot? Pues la verdad no lo sé. El caso es que Rocha se dedicó todo el programa a presentar a quienes se oponen a la construcción de la Supervía como una especie de rijosos agresivos y muy mal informados; mientras que, cuando mostraba los argumentos de las autoridades capitalinas, las hacía parecer sólidas, bien estructuradas, convincentes y muy profesionales.
¿Es sólo la ineptitud de un periodista o se trata de manejar tendenciosamente la información? Se supone que un profesional de la comunicación tendría que ser imparcial y manejar la información en niveles equitativos. La oposición a la construcción de la Supervía Poniente no es un asunto de vecinos inconformes que cierran calles sólo para molestar a taxistas que creen saber de todo. ser los más informados y manifestarse a favor del "progreso" que representan estas obras. La oposición está fundamentada en el análisis y evaluación de expertos y académicos de diversas disciplinas que han llegado a la conclusión de que su construcción afectará seriamente el ecosistema de la ciudad de México. ¿Por qué Jorge Armando Rocha no los buscó para conocer sus argumentos? Sólo el lo sabe.
Lo que si es un hecho es que este periodismo tramposo no le hace ningún bien al país.

lunes, 1 de noviembre de 2010

ES MOMENTO DE SOLIDARIZARNOS


A los que nos tocó vivir acontecimientos como el terremoto de 1985 nos consta que los mexicanos podemos ser solidarios... cuando queremos. En ese entonces la sociedad civil no se detuvo a esperar a que las autoridades reaccionaran, la prioridad fue la ayuda incondicional con quienes padecieron directamente la desgracia. Mientras los gobernantes locales y federales estaban pensando de qué manera tenían que actuar en función de sus intereses políticos, la gente salió a las calles a ayudar, a remover escombros con las manos, con las uñas; a repartir lo que fuera necesario; a apoyar con lo que fuera a quien fuera. La situación así lo ameritaba y nadie escatimó nada.

En un asunto como la construcción de la Supervía Poniente se hace necesarísima la solidaridad de TODOS los que vivímos en el Distrito Federal, porque de construirse no sólo afectará a una parte de la ciudad, causará serios perjuicios al ecosistema que tendremos que pagar todos, sin importar la condición social o el rumbo de la ciudad en el que se viva. Y eso hay que tenerlo muy claro.

El recordar la REACCION de la sociedad civil ante el terremoto es un claro ejemplo de que, con voluntad, podemos unirnos en una ACCION enérgica y organizada para evitar el desastre futuro que puede ocasionar la construcción de esta vía, que además será de paga. Es momento de sumarnos para impedir que los polítcos pisoteen nuestros derechos, es momento de actuar para exigir que las cosas se hagan en función del interés y beneficio de una mayoría y no de los intereses mezquinos de unos cuántos; es momento de establecer límites a autoridades que no saben ser imparciales ni críticas, como es el caso de la secretaría de ecología del Gobierno del Distrito Federal. Ellos están para servir en beneficio de una población, no para dar gusto a sus jefes.

Antes los Delegados eran nombrados por el Regente o Jefe de Gobierno ¿De qué sirve que ahora se gasten millones de pesos en la elección de estos? ¿De qué sirve ir a las urnas si no hacen otra cosa que servir incondicionalmente a su amo (el jefe de gobierno)? La obligación de los Delegados de Alvaro bregón y Magdalena Contreras, involucrados en el proyecto de la Supervía Poniente, es velar por los intereses de quienes se verán directamente afectados y tener el valor de decir NO. Los Delegados son servidores públicos, no servidores de Marcelo Ebrard.

Desafortunadamente vivímos  en un país en donde los políticos se encargan de envilecer los conceptos más valiosos como sucedió con la palabra SOLIDARIDAD, la cual el nefasto Salinas de Gortari convirtió en un programa social que utilizaba para la compra de votos y para hacer creer a la población que lo que éste les otorgaba era por la generosidad de un partido... y no por derecho. En un asunto tan delicado como el de la Supervía Poniente es necesario dar un nuevo sentido al concepto y SOLIDARIZARNOS para que las cosas se hagan como debe ser, como tienen que ser. El gobierno del D.F. debe demostrar claramente los pros y los contras de su proyecto; debe de convencer a la mayoría de que los beneficios serán mayores que los perjuicios: debe transparentar los recursos que pretende invertir y lo más importante DEBE ACLARAR CUAL SERIA EL IMPACTO ECOLOGICO DE UN PROYECTO DE ESTA NATURALEZA.
Nuestra participación para que las cosas se hagan como debe ser es vital. Es momento de la solidaridad para impedir que se cometa un gravísimo error que pagaremos todos.