lunes, 1 de noviembre de 2010

ES MOMENTO DE SOLIDARIZARNOS


A los que nos tocó vivir acontecimientos como el terremoto de 1985 nos consta que los mexicanos podemos ser solidarios... cuando queremos. En ese entonces la sociedad civil no se detuvo a esperar a que las autoridades reaccionaran, la prioridad fue la ayuda incondicional con quienes padecieron directamente la desgracia. Mientras los gobernantes locales y federales estaban pensando de qué manera tenían que actuar en función de sus intereses políticos, la gente salió a las calles a ayudar, a remover escombros con las manos, con las uñas; a repartir lo que fuera necesario; a apoyar con lo que fuera a quien fuera. La situación así lo ameritaba y nadie escatimó nada.

En un asunto como la construcción de la Supervía Poniente se hace necesarísima la solidaridad de TODOS los que vivímos en el Distrito Federal, porque de construirse no sólo afectará a una parte de la ciudad, causará serios perjuicios al ecosistema que tendremos que pagar todos, sin importar la condición social o el rumbo de la ciudad en el que se viva. Y eso hay que tenerlo muy claro.

El recordar la REACCION de la sociedad civil ante el terremoto es un claro ejemplo de que, con voluntad, podemos unirnos en una ACCION enérgica y organizada para evitar el desastre futuro que puede ocasionar la construcción de esta vía, que además será de paga. Es momento de sumarnos para impedir que los polítcos pisoteen nuestros derechos, es momento de actuar para exigir que las cosas se hagan en función del interés y beneficio de una mayoría y no de los intereses mezquinos de unos cuántos; es momento de establecer límites a autoridades que no saben ser imparciales ni críticas, como es el caso de la secretaría de ecología del Gobierno del Distrito Federal. Ellos están para servir en beneficio de una población, no para dar gusto a sus jefes.

Antes los Delegados eran nombrados por el Regente o Jefe de Gobierno ¿De qué sirve que ahora se gasten millones de pesos en la elección de estos? ¿De qué sirve ir a las urnas si no hacen otra cosa que servir incondicionalmente a su amo (el jefe de gobierno)? La obligación de los Delegados de Alvaro bregón y Magdalena Contreras, involucrados en el proyecto de la Supervía Poniente, es velar por los intereses de quienes se verán directamente afectados y tener el valor de decir NO. Los Delegados son servidores públicos, no servidores de Marcelo Ebrard.

Desafortunadamente vivímos  en un país en donde los políticos se encargan de envilecer los conceptos más valiosos como sucedió con la palabra SOLIDARIDAD, la cual el nefasto Salinas de Gortari convirtió en un programa social que utilizaba para la compra de votos y para hacer creer a la población que lo que éste les otorgaba era por la generosidad de un partido... y no por derecho. En un asunto tan delicado como el de la Supervía Poniente es necesario dar un nuevo sentido al concepto y SOLIDARIZARNOS para que las cosas se hagan como debe ser, como tienen que ser. El gobierno del D.F. debe demostrar claramente los pros y los contras de su proyecto; debe de convencer a la mayoría de que los beneficios serán mayores que los perjuicios: debe transparentar los recursos que pretende invertir y lo más importante DEBE ACLARAR CUAL SERIA EL IMPACTO ECOLOGICO DE UN PROYECTO DE ESTA NATURALEZA.
Nuestra participación para que las cosas se hagan como debe ser es vital. Es momento de la solidaridad para impedir que se cometa un gravísimo error que pagaremos todos.

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