jueves, 24 de junio de 2010

Contra la Supervía hay un SUPER DESORDEN


Al parecer, uno de los más graves problemas que enfrenta la oposición a la construcción de la Supervía Poniente es que está resultando un movimiento desmembrado. Si bien es cierto que este asunto afecta a una gran cantidad de personas, separadas no sólo por demarcaciones sino por ideologías y posiciones sociales, es un hecho que, mientras no se consolide un frente común y un liderazgo claro, que unifique las distintas voces... el gobierno ganará la batalla y se saldrá (otra vez) con la suya.
¿Cómo pretendemos que se nos tome en cuenta si no somos capaces de organizarnos? La realidad es que siempre hay razones de sobra para justificarnos: o estamos demasiado ocupados con nuestras tareas cotidianas o no estamos dispuestos a ceder un poco de tiempo a un problema que tarde o temprano nos afectará, y mucho. Le entramos a eso del apoyo y "la revolución" siempre y cuando nos quede cerca y no sea necesario desplazarnos "hasta el otro lado de la ciudad" porque tenemos un montón de cosas que hacer. Y mientras tanto el aparato gubernamental no escatima en recursos para que las cosas se hagan como ellos quieren que se hagan, pues a la larga (o a la corta) podrán disponer de los recursos que ellos mismos han asignado al proyecto de la Supervía. y que ala ciudad se la cargue La Tostada.
Sabemos de sobra que el tema de la ecología les vale un cacahuate y que el Partido Verde sólo vela por sus propios intereses; el nombre sólo lo ostentan como una  estrategia para obtener millones de pesos del presupuesto y para vender su apoyo al mejor postor. Entonces no es por ahí, está más que claro. Los diversos grupos que se oponen  a la construcción de la Supervía son muchos debido a la magnitud del proyecto y por eso aparecen como dispersos. Urge un canal de comunicación que sirva como  enlace para que las acciones sean coordinadas. Es indispensable tener un punto de encuentro para que las reuniones sean un éxito y los chilangos afectados (directamente o no) se puedan sumar y el movimiento tenga eco. De ser necesario habría que organizar las reuniones en el Zócalo para que monsieur Ebrard "nos haga el favor" de escucharnos. Todo urge porque parece que no está dispuesto a dar un paso atrás.

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