miércoles, 16 de junio de 2010

LA SUPERVIA, TODA UNA CONTRADICCION!


La contradicción parece estar en la genética del mexicano. Un ejemplo son las grúas de la Ciudad de México; por un lado es evidente que hay reglamentos que es necesario respetar para que la convivencia sea más civilizada. Desde que entraron en operación en forma más estricta, los pasos peatonales de las calles son transitables y en muchas vialidades se respetan las señales de no estacionarse. Eso está muy bien. Sin embargo, más que transitar por las calles, las grúas las sobrevuelan como si fueran aves de rapiña, buscando quien invade milimétricamente las zonas restringidas, o se estaciona por más de 10 segundos en un lugar prohibido. Ahí si son implacables, pero ¿qué pasa en los alrededores de las escuelas donde (casi de manera ancestral) los coches se estacionan en doble y hasta triple fila a la hora de entrada o salida de los chamacos?
Otro aspecto contradictorio que está de verdad difícil de comprender es el hecho de que un gobierno que se dice de izquierda, pretenda privatizar las vías de comunicación, como quieren hacerlo en el caso de la Super Vía Poniente y más adelante quien sabe en cuántas otras más. Porque de la contradicción al abuso sólo hay un paso.Y ya conocemos a nuestras autoridades: con una mano acarician y con la otra abofetean, pues un día de estos argumentos no les faltarán para justificar que se tenga que pagar por transitar por las supuestas vías rápidas, como si en verdad lo fueran.

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